una de sueños húmedos
ya he comentado en alguna entrada anterior eso de que los economistas nos hemos puesto de moda. Pero unos más que otros. Me refiero a los macroeconomistas. Son ellos los auténticos economistas estrella. Parece que siempre tienen algo de qué hablar: si baja el euro porque baja el euro, si la balanza básica no progresa adecuadamente pues eso, que no lo hace. El chiringuito macro está montado de tal forma que siempre sucede algo. Pero es que además el tipo de dinámica involucrada en los fenómenos macro es especialmente atractiva para los periodistas: se pueden seguir en tiempo real o en cuestión de hora acontecimientos dramáticos, puede verse a gente tirarse de los pelos, haciendo cola ante la puerta de una sucursal bancaria o a Super Mario haciendo declaraciones. ¿Y la micro? ¿Quién se ocupa de ella? Es cierto que en algunos aspectos la división puede ser un tanto artificial en el sentido de que cuando la crisis estalló, por ejemplo, consultaban con expertos en el mercado inmobili...