función y forma (ii)
éticamente alguna forma de nihilismo
aniquilador es precisa. Una creencia ontológica que no deje piedra
sobre priedra arrojándonos a una especie de OOO.
Un materialismo radical del nada-bueno existe. Las tragedias nos
arrojan a ese nivel de humillación y humildad, Walt Disney no (o
sí). Uno de los motivos por los que digo esto es esta
conferencia de Deirdre
McCloskey. En ella nos viene a decir que algo único sucedió
entre los siglos XVII y XVIII en el noroeste europe que nos trajo
prosperidad y riqueza como nunca antes. Fue un cambio ético y moral
por el que por primera vez en la Historia se valoraron la libertad y
la iniciativa privada. El resultado somos nosotros.
Hemos defendido desde este cuaderno la
emergencia estructural como condición de lo nuevo sin identificar la
causa de esa emergencia. Fue cuando hablamos de la vida y lo mental.
No sé si la emergencia del capitalismo ha sido debida a eso que dice
Deirdre, lo que aquí se defiende es la autonomía de lo nuevo
respecto de aquello que le precede, incluida la consideración
positiva de la libertad y la iniciativa privada. Lo nuevo -el
capitalismo- puede desarrollarse sin la condición de su emergencia.
Deirdre habla en la conferencia de sus
amigos marxistas, algunos de sus mejores amigos lo son, que ofrecen
algunas explicación convincentes sobre determinado tipo de dinámicas
sociales. Ella (Deirdre), cuando era él (Donald), fue troskista. Al
igual que James buchanan y al igual que Hayek (y al igual que algún
otro economista por mi muy querido) presumen de haber sido marxistas
en
su juventud señalándolo como una fase de ingenuidad que
superaron al comenzar a estudiar economía. La ciencia económica
sería el remedio, la doctrina, la medicina. Contra ese fervor
juvenil que cual voruelas ataca pudiendo dejar marcas. El Che no
vivió lo bastante; Fidel ha sido un necio petulante toda su vida.
Uno de los amigos marxistas para Deirdre es Moishe Postone, comparten
universidad y conferencias (de las que ahora mismo no encuentro el
enlace, sorry).
El ejercicio propuesto al principio de
esta entrada nos permite no ver en el capitalismo una bondad,
recordando al mismo tiempo al ateísmo
purificador defendido por S.Weil. No somos mejores que nuestra
mierda. La política y la bondad se fundan sobre la comunidad de
creyentes no sobre ningún tipo de objetividad planicie. El
capitalismo no ha supuesto nada desde un punto de vista moral, no es
un avance ni un mejoramiento, ni siquiera el aducido incremento de la
riqueza, del bienestar material o de los sentimientos hedónicos. La
moralidad no tiene nada que ver con ninguna de esas cuestiones.
En segundo lugar está la eficacia
material. Deirdre es optimista respecto de nuestro futuro:
inventaremos algo que nos libre del mal. "that's our shit":
inventar arreglos. Dice que el crecimiento de la población es
preocupante pero que algo haremos cuando llegue el momento. Ojalá
que así sea. Dice que siempre ha habido burbujas y siempre las
habrá, ese es el precio que debemos pagar, pero merece la pena. Sigo
remitiéndome al ejercicio propuesto al principio de esta entrada.
Pues ahora no (nos vamos a la playa), pero acabaremos hablando
de racionalidad, de fución y forma. De hecho, la conferencia de
Deirdre es perfecta para contraponer esos elementos a la forma de ver
el mundo de un marxista como Moishe. Y además son amigos.
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