función y forma iv (intentando reformular)
estudiar el concepto de
'racionalidad económica' recurriendo al mandato de canguilhem
implica un trabajo dialéctico pero dependiendo de la forma que
entendamos 'racionalidad económica' ese trabajo adopta distintas
formas. La 'racionalidad económica' se puede entender como una
correspondencia entre las razones que tenemos para tomar una decisión
y los medios movilizados para alcanzar la finalidad a la que apuntan
aquellas razones: como una coherencia en la que está implicado el
individuo. Para el estudio en economía de esta forma de racionalidad
se suelen aplicar una serie de presupuestos relacionados con el
desarrollo del marginalismo y que reducen todo valor a una medida
homogénea con ciertas propiedades que hacen el análisis
practicable. El resultado es una potente herramienta de análisis que
ha sido utilizada a lo largo de todo el s. XX. Han sido muchas las
críticas a este tipo de marco analítico, tanto a la concepción de
racionalidad de la que se parte, como a los presupuestos que se
aplican para el uso analítico de esa concepción. Aplicar
[canguilhem] a esta forma de entender la racionalidad implica que
tengamos que ir en busca de los límites y fronteras, excepciones y
extravíos que presenta. Uno de los elementos es el del
individualismo metodológico, otro el de la capacidad de cálculo del
agente implicado (las capacidades cognitivas), otro sería el del
recurso exclusivo al interés propio, también determinados supuestos
como el papel de la consciencia y el conocimiento perfecto de aquello
que es bueno para uno mismo. Esta búsqueda de los límites nos
conducirá a la producción de una forma, la misma está en
solidaridad con muchos de los resultados obtenidos por la economía
de la conducta en su versión K&T. El segundo paso es más
interesante y consiste en el recurso a Hegel. No lo completaremos en
esta serie de entradas sino en otras (esperamos) y tiene que ver con
la consideración del sujeto económico.
La 'racionalidad
económica' también puede ser entendida como un proceso de evolución
hacia una meta, una ordenación o coordinación de las conductas
producida por las instituciones económicas que tiende hacia la
eficiencia bajo las instituciones adecuadas (estoy pensando en los
austriacos y asimilables). Aquí la correspondencia no es entre
razones en el sentido de motivaciones individuales conscientes y
medios para el logro de esos objetivos individuales, sino que depende
de la relación entre resultados económicos e instituciones. Tanto
el concurso consciente como el conocimiento y la creencia juegan un
papel muy distinto al caso anterior. Existen presupuestos que ambas
concepciones de la racionalidad pueden compartir, mientras que otros
no: el énfasis en lo relacional por parte de los austríacos, la no
necesidad de presuponer consciencia en los actos de los agentes, la
posibilidad de resultados óptimos pese a que las capacidades
cognitivas de los agentes sean limitadas... los límites de este modo
de concepción de la racionalidad (esto es, los casos en los que los
resultados dejan de ser racionales o aquellos en los que lo siguen
siendo pese a que no se dan las condiciones predicadas en principio).
Así tenemos los casos de instituciones mal diseñadas en las que
las cargas y obligaciones distorsionan los incentivos de los agentes,
o aquellos casos en el que los incentivos habituales no son precisos
o juegan un papel distinto del habitual (zonas de distorsión y
sombra), como los estudios realizados por la recientemente fallecida
Elinor Ostrom. El primer caso sería un límite a la racionalidad tal
como es entendida por los austriacos, en el segundo sería una
excepción a la misma. Otra posible excepción, negada generalmente
por estos, se da cuando las instituciones socialistas (continuemos
con las groserías) lo hacen mejor que las descentralizadas. Y no se
me ocurren más.
Tenemos también el caso
del marxismo, no menos complejo que los anteriores. Por comodidad
para la introducción del mismo recurriré a Moishe Postone para
posicionarme puesto que actualmente estoy leyendo 'Tiempo, trabajo y
dominación social'. En este libro postone realiza un análisis
crítico del marxismo tradicional, al que nos referiremos. Aquello
que es racional para el 'marxismo tradicional' veremos que implica e
intentaremos analizar la posibilidad de producir forma a partir de
él. Lo mismo haremos para la propia concepción de Postone.
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